El origen del delicioso chile en polvo Miguelito se remonta a los años 70’s en la Ciudad de México. Este inconfundible dulce mexicano es amado por chicos y grandes
Todo chilango que se respete (y mexicano también) recuerda muy bien cual eran, son y serán sus dulces favoritos de toda la vida. Ya fuera en casa, escuela, fiestas o en la tiendita de la esquina, hay golosinas que nunca olvidaremos y que hoy son queridos por diversas generaciones. El chile Miguelito es uno de ellos.
Estamos seguros que algunas has comido o al menos visto el famoso dulce Miguelito, pero, ¿te has preguntado de donde viene y cómo lo fabrican?
La historia de este tradicional chilito en polvo nos remonta a los inicios de 1970 en la Ciudad de México. Todo inició en la calle Totonacas número 293 de la entonces colonia Ajusco, actualmente Alcaldía Tlalpan.
En ese lugar vivía Don Valente González, quién trabajaba en una empresa que se dedicaba a la elaboración de pulpa de fruta. Cuando la empresa quebró, dejando a todos los empleados en la calle y en vez de recibir dinero, su liquidación fue en especie.
La parte que le tocó a Don Valente consistía en una empacadora y un refrigerador, que fueron la base del naciente negocio familiar que este chilango puso en marcha. Con solo estas dos piezas de maquinaria, la historia del famoso chile en polvo Miguelito dio inicio.
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Desde que salió a la venta, el delicioso dulce se ganó gran popularidad entre las niñas y niños de la época. Al principio, el mismo don Valente González se encargaba de repartir el Miguelito en las escuelas y tiendas de los alrededores.
En tan sólo diez años, este genio emprendedor logró posicionar al Miguelito como una de los dulces más populares de toda la ciudad. Gracias a esto, se crearon nuevos y deliciosos dulces. Para hacer frente al éxito t demanda del producto, los procesos y producción se automatizaron y con ellos, el famoso Miguelito se popularizó en todo el país.
Hoy en día cuenta con 17 diferentes productos en el mercado y 9 diferentes sabores del tradicional Miguelito. Actualmente, el lugar donde empezó todo es un importantes punto de venta de esta empesa orgullosamente mexicana.
Desde algunos años, su fábrica principal se encuentra sobre la carretera Picacho-Ajusco, donde se elaboran y distribuyen los productos que llegan a todo el país.
Los usos que podemos darle a este icónico dulce son muy variados. Un ejemplo son los postres, como esta gelatina de Miguelito:
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