Son deliciosos pero no son iguales, existen varias diferencias entre el chocolate mexicano y el europeo. De lo que si estamos seguros es que los amarás por igual
Esto no es un pelea, es sólo una pequeña comparación de estilos, elaboración, sabor y amor que existe por este producto en ambas regiones del mundo. Un duelo de apreciación entre el chocolate mexicano y el europeo, exaltando sus diferencias pero también sus grandes similitudes.
No tenemos pruebas pero tampoco dudas, todos aman el chocolate ya sea en barra, en dulces, bebidas, platillos o en cualquiera de sus múltiples presentaciones. Cada pieza es irresistible y siempre dibuja una sonrisa en las personas de todo el mundo. Uno de las cosas que más lo distinguen son sus distintas variaciones, en este caso hablaremos del chocolate mexicano y el europeo.
Empecemos con el producto nacional. El chocolate mexicano usualmente es preparado con un conjunto de especias como la canela y la vainilla, ingredientes que le dan un sabor muy característico. Podemos encontrarlo en forma de barras, discos hexagonales, en polvo o incluso en jarabes. Este tipo de chocolate es el que usamos para preparar una bebida caliente y otros platillos tradicionales como el mole.
Historia del chocolate en México
Para saber más del tema, hablemos del origen del chocolate mexicano. La planta del cacao es nativa de América del Sur y fue domesticada por primera vez por los olmecas, en México. Fueron ellos los que iniciaron su cultivo en Mesoamérica. Para la cultura mexica, esta planta era considerado un árbol divino.
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Actualmente, la mayoría de las personas asocia el chocolate con lo dulce cuando el chocolate mexicano original era ácido, intenso y un lujo muy preciado. Al llegar la Conquista, los españoles lo llevaron a Europa, donde se popularizó entre las clases altas, quienes popularizaron el chocolate caliente. Fue hasta mediados de 1800 cuando el chocolate fue consumido en forma de barra.
Características del chocolate mexicano
El típico chocolate mexicano se elabora con granos de cacao tostados y molidos con azúcar y canela. Algunos prefieren añadir otras especias como la nuez moscada, la pimienta gorda o hasta chiles. Tiene una textura granular en lugar del acabado cremoso que surge del uso de la manteca de cacao. Al ser molido con azúcar natural, hace que sea innecesario endulzarse a la hora de servirse.
Esta elaboración le otorga sabores explosivos, sorprendentes y rústicos al chocolate nacional. A diferencia del europeo, nuestro chocolate no es excesivamente procesado. La tradición del chocolate mexicano está en la no refinación intensiva ni la adición de manteca de cacao.
El chocolate mexicano con su presentación rústica y textura granular tiene un sabor menos intenso pero a la vez más complejo. En cambio, el chocolate europeo es de textura más suave y sus variedades oscuras tienen un sabor más intenso y son frecuentemente los más deseados.
Aunque cada variante tiene diferentes estilos de elaboración y preferencia, no hay forma de determinar cual es mejor, pues son productos muy diferentes. Elegir al mejor depende de las preferencias y gustos de cada persona.