Para el comercio ambulante, los bares y centros nocturnos de la Zona Rosa, la fiesta no para, incluso si la CDMX sigue en Semáforo Rojo
La escena se ha vuelto cotidiana en una de las zonas más concurridas de la capital chilanga. A pesar de que la CDMX continúa en Semáforo Rojo a causa del Covid-19, decenas de ambulantes instalan sus puestos en la Zona Rosa, donde la fiesta no ha parado en los bares y centros nocturnos que operan en la clandestinidad.
De acuerdo a un reportaje del portal UNO TV, a lo largo del corredor peatonal de Génova, los denominados tarjeteros ofrecen bares y centros nocturnos. Por su parte, los vendedores ambulantes ofertan decenas de artículos, como si tratase de un tianguis en medio de un barrio popular.
Aunque estas actividades están prohibidas por las autoridades capitalinas, los vendedores de la Zona Rosa amenazan a quién con su celular intentan sacar foto o vídeo del lugar. Los comerciantes ambulantes operan sin que nadie los moleste.
Puedes encontrar desde playeras fluorescentes, gorras, artículos de plata, cinturones curiosidades y comida. A ellos se suman los artistas callejeros y los clásicos vendedores de comida andantes.
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Pero lo peor no es el comercio ilegal, sino los denominados tarjeteros, que se ocultan entre las calles en busca de clientes. Para ellos, la fiesta sigue a pesar del Semáforo Rojo en la CDMX. A estos sujetos no les importa que decenas de negocios establecidos hayan cerrado sus cortinas por disposición oficial, su “chamba” sacar provecho en medio de la desgracia.
Los tarjeteros son los “embajadores de la fiesta” de bares y centros nocturnos. Uno de ellos le confirmó al portal de noticias que algunos de estos negocios operan de manera clandestina.
Como parte del reportaje que realizaron, usaron una cámara escondida para obtener audio de cómo estos sujetos intentan conseguir clientes.
- Tarjetero: ¿Buscas algún bar?
- Reportero: ¿A poco hay?
- Tarjetero: Chicas, sí, table
A pesar de las evidentes restricciones sanitarias y de salud, el hombre aseguró que el bar tenía la cortina abajo pero adentro sí había servicio. “Chicas para llevar, tengo masajes, lo que tú quieras. Por aquí te conviene una chava, tienes servicio completo“, expresó.
El reportero que acudió al lugar aseguró que desde Génova a la calle de Oxford, fueron 12 minutos de recorrido a pie. Los tarjeteros están bien entrenados ya que en el audio se oye decir al hombre que el “interesado” se ve medio “sospechosón”. Para terminar le recomienda guardar el celular, ya que en el lugar no va a poder sacarla por “seguridad del cliente y del establecimiento”.
