¿Ya conoces la Playa de cristales en California? ¡Está preciosa!
El mundo está repleto de lugares maravillosos que están a la espera de ser conocidos y que vale la pena inmortalizar en incontables fotografías.
Uno de estos lugares es Glass Beach, una playa llena de cristales en la que abundan hermosas piedras de colores que le dan un toque de fantasía.
Basta con ver las imágenes para saber que en vez de arena hay puros trozos de cristales de colores de diferentes formas tamaños y figuras. Pero ¿cómo es que sucede esto?
Glass Beach, la Playa de cristales que está en California
Esta playa no es natural, fue creada en diversas circunstancias por el hombre debido a los desperdicios de cristal.
Glass Beach se encuentra en Fort Bragg y por muchos años fue una zona muy olvidada en la que las empresas empezaron a arrojar sus desperdicios de vidrio durante el siglo XX.
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Pero con el paso del tiempo, los trozos de cristal se fueron tallando con la arena y el oleaje de las olas, convirtiendo esto en algo extraordinario: hermosas piedras coloridas.
La naturaleza fue la encargada de esculpir y redondear los peligrosos trozos de vidrio que abundaban en esta playa.
Para que este curioso fenómeno ocurriera tuvieron que pasar más de 50 años, sin embargo hay que mencionar que esto no sucede en todas las playas del mundo, esto tiene que ser muy cerca de los vertederos en dónde hay un constante oleaje, arena y piedras rocosas en las que los cristales pueden chocar contra ellos.
Entre las piedras más comunes encontramos las transparentes, verdes y marrones, pero las más extrañas son las que están en azul, naranja, rojo, rosa y morado.
No hay muchas playas de cristales en el mundo, pero cuando uno descubre una nueva de inmediato los viajeros aventureros se lanzan a conocerlas. Hay en Rusia, Hawái, España, Reino Unido, Japón, pero sin duda una de las más famosas es la que se encuentra en California.
Desafortunadamente el turismo irresponsable ha provocado que estas playas estén en riesgo ya que muchos han empezado a llevarse cientos de piedras en sus viajes.
