De Querétaro con amor: el origen y herencia cultural de Lele, la muñeca otomí, es tan grande que ya ha trascendido fronteras
Para entender la relevancia de Lele, la muñeca otomí y orgullo de Querétaro, debemos remontarnos a su origen en la época de la conquista española, en un territorio amplio comprendido por el estado de Michoacán y el Estado de México.
Pero es en Amealco, Querétaro donde la tradicional vestimenta y listones de colores en el cabello de Lele, toman una gran relevancia artesanal. Esta muñeca cuyo nombre en otomí significa bebé, fue nombrada en 2017 como Patrimonio Cultural Inmaterial de Querétaro.
Ya en 2019, el gobierno mexicano y estatal organizaron una gira internacional con una gigantesca muñeca Lele, por cuatro ciudades de tres continentes del mundo. Esta gira tuvo como objetivo dar a conocer la riqueza humana, natural, cultural e histórica de la entidad queretana.
Te puede interesar: Gundam RX-78-2, el robot más grande del mundo ya camina en Japón
Actualmente es fácil encontrar esta preciosas muñecas en puestos de artesanías, tianguis, tiendas, ferias, expos y otros lugares más. Su carita simpática y su ajuar colorido las hace muy fácil de identificar.
La elaboración de este símbolo artesanal proviene de talleres pequeños y no de una fábrica de muñecas. Por esta razón es muy importante valorar el arduo trabajo invertido en ellas y no intentar pagar menos de lo que valen. Su precio va de los 70 a 400 pesos, dependiendo del tamaño (3 a 45 centímetros) y vestimenta.
La historia de Lele
Se cree que las primeras muñecas Lele estaban hechas de arcilla, palma y cabellos de maíz. En un inicio, las pequeñas figuras no eran fabricadas como juguetes sino como entes protectores de los niños contras los malos espíritus.
Con el tiempo estos materiales fueron sustituidos con trapos (actualmente popelina) y listones de colores. Esto era un reflejo de la vestimenta de las mujeres indígenas, convirtiéndose así en una figura de identidad regional y después del país entero.
Actualmente en Amealco de Bonfil hay más de 10 mil mujeres de origen otomí que se dedican a elaborar a las maravillosas muñecas Lele. Al mes realizan 150 mil piezas para ser comercializadas en diferentes puntos del estado y del mundo.
Como un dato extra y muy importante, en Amealco se conserva y práctica la lengua de hñähñu y los pobladores visten con orgullo su indumentaria tradicional.
