El cáncer nos afecta a nivel físico, emocional, social y en nuestra actividad sexual, pero existen métodos eficaces para recuperar nuestra vida amorosa
Con frecuencia, esta enfermedad trae consigo muchos problemas, incluso después de superarla. Las personas que la padecen sufren un impacto en distintas áreas de su vida, entre ellas, las relaciones de pareja y la sexualidad. Recuperar la actividad sexual después de padecer cáncer es posible, pero es necesario hacerle caso a los profesionales.
“Los problemas de sexualidad son uno de los efectos secundarios más frecuentes del diagnóstico del cáncer y de su tratamiento”, señala la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Esta institución advierte que los cambios en la sexualidad tras la enfermedad son normales y si es necesario, se debe pedir ayuda a los profesionales. “Tanto si tienes pareja como si no, es importante pedir información y apoyo en relación con tu salud sexual. Es especialmente importante poder preguntar a tu especialista antes incluso de comenzar el tratamiento oncológico, ya que esto puede determinar incluso qué aproximación terapéutica es mejor para ti”, resalta la AECC.
El cáncer y sus diferentes tratamientos (quimioterapia, radioterapia y/o cirugía) afectan de forma distinta a cada persona y recuperar la actividad sexual también varía en cada caso. Al respecto, la Psicóloga de la Clínica Universitaria de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Laura Gómez, destaca que esta enfermedad puede inhibir el deseo sexual de diferentes formas.
“Por factores emocionales que hacen que nuestra atención esté en la propia enfermedad y no en las necesidades sexuales. O debido a los propios tratamientos que afectan a las hormonas y por lo tanto al deseo y a la respuesta sexual en general”, destacó.
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¿Hay vida sexual después del cáncer?
¿Cómo repercute el tratamiento oncológico a las relaciones sexuales? Afecta a hombres y mujeres en las diferentes fases de la respuesta sexual. Esto significa que puede afectar en un principio al deseo sexual disminuyendo su frecuencia o intensidad, pero también puede dañar la fase de excitación y resolución u orgasmo.
En cuanto a los cambios físicos que pueden dañar las relaciones sexuales, la AECC apunta la amenorrea o supresión de la menstruación. Esto provoca la aparición de sofocos, problemas para dormir, sequedad vaginal y alteraciones en el estado de ánimo. Otros factores que pueden influir en las relaciones sexuales son el cansancio, el dolor o el malestar que pueden derivar en menor deseo sexual.
En el ámbito psicológico, la AECC resalta que la ansiedad, el estrés, la depresión y algunos fármacos usados para su tratamiento también pueden provocar falta de deseo y pérdida del placer.

La baja autoestima producida por los cambios de físicos a consecuencia de la enfermedad también puede afectar de forma negativa a la sexualidad.
Consejos para recuperar la actividad sexual tras el cáncer
Para recuperar la actividad o vida asexual después de padecer cáncer no es imposible. Primero es necesario darse tiempo a uno mismo para que vuelva a aparecer la respuesta sexual tal y como se recordaba antes del cáncer. “Es muy importante saber que los factores psicológicos y emocionales dificultan o ayudan a nuestra salud mental y sexual”, afirma Laura Gómez.
Conocer y saber gestionar nuestras emociones de tristeza, miedo, ansiedad y frustración puede ayudarnos a llevar esa inseguridad de forma más adaptativa.
En este punto, la AECC recomienda:
- Iniciar las relaciones sexuales tras el tratamiento oncológico dándole la misma importancia que éstas tenían antes del cáncer
- Si tienes pareja, hablar con ella abiertamente para comunicarle tus deseos sexuales, miedos o la necesidad de esperar para retomar el sexo

- En las mujeres, las molestias ocasionadas por la sequedad vaginal pueden mejorar y desaparecer empleando lubricantes vaginales antes de cada relación
- Una vez recuperada la menstruación, las mujeres pueden utilizar como métodos anticonceptivos el DIU, el diafragma, la píldora y el preservativo tanto masculino como femenino
- Retomar la actividad sexual durante o después de superar un cáncer puede servir para buscar nuevas formas de dar y recibir placer
Otro ejercicio interesante para retomar la confianza y la intimidad es acariciase por turnos sin límite de tiempo. Esto servirá para explorar todo el cuerpo de tu pareja, excluyendo inicialmente la zona genital.
Respecto al nivel psicológico, las personas que no sepan cómo abordar este proceso deben pedir ayuda a un profesional de salud mental.