Cuando Clare Tawell no encontró una muñeca que representara a su hija con discapacidad, decidió crear sus propias muñecas incluyentes
Como su hija no podía identificarse con ninguna de figuras que tiene parea jugar, Clare Tawell decidió fabricar sus propias muñecas incluyentes, juguetes personalizados que tienen las mismas condiciones médicas que sus dueños.

Así es como esta mamá de Reino Unido de 39 años, decidió cambiar la vida de su hija y la millones en el mundo. Sus muñecas incluyentes están perfectamente diseñadas para que parezcan que tienen alguna discapacidad.
Clare, que trabajó como radiógrafa en el Hospital Milton Keynes, declaró que no había podido encontrar ninguna muñeca en el mercado que fueran parecidas a las suyas. Pero su idea y ganas de ayudar no terminaron ahí. Para lograr un cambio más grande, Tawell fundó Bright Ears UK, una organización sin fines de lucro, para vender muñecas con audífonos después de que a su hija le pusieran uno cuando era bebé.
“No lo hago para ganar dinero”, dijo. “Esto solo satisface la necesidad que no se está satisfaciendo”.



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Muñecas y juguetes que buscan cambiar el mundo
“Un par de amigos de la Sociedad Nacional de Niños Sordos me pidieron que les hiciera uno y, de boca en boca, fue una especie de bola de nieve”, dijo esta talentosa mamá. Ahora Clare busca que los fabricantes de muñecas tomen su idea y la transformen en un asunto más común y accesible.
Después de establecer Bright Ears UK en 2017, ahora Clare fabrica muñecas con sondas de alimentación, paladar hendido y bolsas para estoma. Desde que inició con este proyecto, le han llegado pedidos de lugares tan lejanos como Estados Unidos y Australia, confesó Tawell.



La súper mamá declaró al medio Today, que su inspiración para comenzar a hacerlo fue su hija Matilda de 4 años, quien es sorda. “Me rompió el corazón cuando no pude encontrar ninguna muñeca o juguete con aparatos auditivos. Sentí que la sociedad no consideraba importante a mi hija y de esa manera ella no era ‘reconocida'”, aseveró.
Para trabajar en la fabricación de sus muñecas incluyentes, la mujer utiliza su tiempo libre para modificar las figuras y venderlas a aquellas familias que se sientan en la misma situación que ella. A sólo tres años desde que inició este proyecto, Clare ha vendido más de dos mil muñecas con discapacidad.



Si nos adentramos más a esta cifra, descubrimos que muchas de las muñecas se modifican de acorde a las peticiones de los clientes. Esto hace que cada pieza sea realmente auténtica y única pero retrasa mucho a Clare, que muchas veces se ve rebasada por tantas órdenes recibidas que tiene.
Para Tawell, este mundo enfatiza mucho el “ser normal”, pero cualquiera que se vea diferente a esa normalidad se puede sentir excluido. Todos somos únicos pero tenemos los mismos derechos y debemos ser tratados de forma igual.
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