Si no sabes qué es un aval o conseguir uno, aquí te explicamos en que consiste cada uno, además de los tipos y requisitos que se necesitan para ser uno
Si eres foráneo en esta ciudad monstruo, seguro has sufrido para conseguir un lugar donde vivir. Antes e incluso ahora en medio de la pandemia, las rentas en las Ciudad de México son muy altas, claro, si hablamos de vivir en un lugar decente y seguro. Pero antes de conseguir un depa o una casa, muchos piden un aval pero algunos nos saben que es y desconocen los tipos y requisitos para ser o conseguir uno.
¿Qué es un aval?
Empecemos con lo básico y definamos qué significa esta palabra. Si revisamos la Real Academia Española (RAE), lo define como “la obligación que alguien adquiere de hacer aquello a lo que otra persona se ha comprometido en caso de incumplimiento”. Otra definición resalta que se trata de un contrato de afianzamiento. Es decir que un aval no es más que una forma de garantizar el cumplimiento de una obligación contractual, normalmente económica.
Es palabras más sencillas, es aquella persona que responde por otra que no puede cumplir con las obligaciones que adquirió. También podemos llamarlo avalista.
Esta figura es relacionado comúnmente con términos financieros, como los contratos de préstamos e hipotecas, e incluso en algunos casos también está vinculada con los contratos de alquiler de inmuebles (renta).
Tipos
Para entender mejor la definición debemos conocer los diferentes tipos de aval que existen. Debemos hacer dos grandes clasificaciones atendiendo a diferentes criterios: como producto financiero y en función del emisor.
Como producto financiero
En este criterio podemos distinguir tres subcategorías, donde es la entidad financiera la que se compromete a cumplir la obligaciones que el deudor principal no cumpla.
- Económico: En este tipo, el sujeto avalista se compromete a realizar un pago aplazado como podría ser un alquiler (renta) o el pago de un impuesto. Se garantiza que se va a pagar algo en un futuro. Puede incluir a su vez avales técnicos y comerciales
- Técnico: Son aquellos en los que se garantiza el cumplimiento de una obligación de naturaleza no económica, como puede ser una obra o servicio. Estos avales se solicitan en casos de contratos de suministro, procedimientos administrativos o concursos de obras públicas, donde la entidad financiera es la que responde del incumplimiento
- Comercial o créditos documentarios: Son los avales internacionales que se solicitan en operaciones de importaciones y exportaciones. La entidad financiera se hace cargo de un pago cuando se cumplen las condiciones exigidas por parte del exportador
En función del emisor
En este caso encontramos dos tipos:
Aval personal: Es el que emite una persona física o jurídica que se compromete al pago de una deuda para el caso de que el deudor principal la incumpla. Es una garantía adicional que es resulta común en los casos de créditos al consumo o para financiación de empresas. En este tipo de aval, el avalado no recibe ningún importe por otorgar el aval que, sin embargo, responde con todos sus bienes presentes y futuros, con el riesgo implícito que supone para el avalista.
Aval bancario: La entidad financiera es la que respalda al cliente en una operación con un tercero. Al contrario que los avales personales, suele llevar aparejado unas comisiones impuestas por la propia entidad en función del riesgo de la operación. Por ejemplo seria el supuesto en el que un empresario necesita el aval de una entidad bancaria para concertar con un proveedor el suministro de una mercancía.
Es una figura legal que funge como garantía en caso de que el inquilino no pueda pagar la renta acordada en el contrato. Aunque este término puede confundirse con fiador, es importante conocer la diferencia. La Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito contempla la noción de aval, la cual es mercantil.
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Requisitos para ser aval
Para este caso veremos los requisitos necesarios para dos de los casos más comunes: ser aval de arrendamiento y de un préstamo bancario. Para ambos casos, los requisitps son casi los mismos.
- Es imprescindible ser mayor de edad
- Contar con una fuente de ingresos estable, como una nómina o pensión. Así se garantiza que el aval podrá cumplir con los pagos mensuales de la deuda
- El avalista debe contar con bienes patrimoniales completamente pagados. Si el aval deja de recibir ingresos o no dispone de la liquidez necesaria para pagar la deuda, responderá con su patrimonio. Es decir que pagará con los bienes inmuebles libres de cargos que estén a su nombre
- Generalmente una persona no será aceptada por entidades crediticias si ya tiene alguna deuda pendiente de pago
¿Cómo conseguir un aval para rentar una casa?
Si ni tienes a ningún familiar o conocido que pueda ser tu aval, puedes solicitar a tu banco que sea tu aval. La entidad financiera correrá un estudio para confirmar tu capacidad de pago.
También puedes recurrir a una póliza o fianza de arrendamiento. Esta opción se solicita con una empresa afianzadora para que cubra los gastos de alquiler, en caso de que el inquilino (en este caso tú) no pueda. Con este opción, el arrendador (dueño de la casa) protege su patrimonio.
