En contra de todos los pronósticos, Monae (una mujer trans) y Adriel (un pandillero prisionero) lucharon por un amor que se dio en la cárcel.
El amor no conoce barreras ni obstáculos y puedes encontrarlo en dónde menos lo esperas. Así es la historia de Monae y Adriel, la cual se ha vuelto viral en redes sociales. Ambos se conocieron en una cárcel de Pensilvaniala, donde el joven prisionero se enamoró de la mujer trans y decidió que sería su compañera de su vida. Por su parte, la chica también puso como prioridad su relación.
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Monae fue encarcelada por el delito de robo. Esta joven se sometió a un tratamiento hormonal desde los 16 años pero cuando fue a prisión tuvo que hacerlo en una cárcel para hombres. En ese tiempo la Ley en Pennsylvania, Estado Unidos imponía que las personas trans debían ir a una prisión que correspondiera con su sexo biológico en caso de no haberse realizado una cirugía de reasignación.
“En ese momento todavía no había una política para dar opciones a las mujeres trans que deseaban ser enviadas a una prisión para mujeres o una prisión para hombres, por lo que no tuve opción cuando fui sentenciadas”, señaló la joven.
Una vez en prisión Monae conoció a Adriel y ambos comenzaron a pasar su tiempo libre en el gimnasio y en la biblioteca. Pero su relación no fue aceptada por los demás prisioneros, ya que Adriel era un líder de pandilla. Por ello la pareja tuvo que lidiar con comentarios ofensivos e incluso episodios de agresión.
“Yo era un líder de pandillas, así que a mucha gente no le gustó que yo estuviera con Monae. A muchos de mis antiguos amigos que eran pandilleros no les gusto eso. A los oficiales de la cárcel no les gustó, a nadie le gustó, a nadie. Nadie tuvo realmente nada bueno que decir sobre mi relación.
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Los miembros de mi pandilla me atacaron dos veces, me apuñalaron y me metí en un montón de peleas. Las personas con las que crecí en el sistema penitenciario, personas que conocía desde la infancia, miembros de pandillas. No esperaban que comenzara a salir con una persona trans. No esperaban eso en lo absoluto”, dijo Adriel.
Monae fue la primera en salir de la cárcel y durante el tiempo que espero a Adriel, aprovechó para someterse a las cirugías antes de su boda. Ya con Monae libre, ambos decidieron que el matrimonio se realizaría dentro de la prisión. La ceremonia fue muy pequeña y solo hubo dos acompañantes del lado de Monae, su madre y su padrino. Aunque fue un episodio muy emotivo, la realidad los golpeó, ya que Adriel debía seguir cumpliendo con su condena. Tuvieron que despedirse después de la boda.
