Es tan bella que parece sacada de un cuento de hadas. La Mariposa Cola de Dragón Verde es un ser mágico de esos que solo se ven en los cuentos de hadas
La Lamproptera meges o mejor conocida como Mariposa Cola de Dragón Verde es un increíble insecto alado de unos 5 centímetros de longitud. Una gran curiosidad es que a pesar de su nombre, esta mariposa es de color negro y blanco.
Un ser tan bello como este destaca por sus alas muy ágiles, siendo las posteriores bastante largas en relación al cuerpo, las cuales se asemejan a una pluma. La mariposa cola de dragón verde es una de las pocas especies con alas transparentes. La forma que tiene de desplazarse volando, pareciera que van bailando a ritmo de vals.
Su maravilloso vuelo nos hace recordar a los majestuosos colibrís. Si llegas a ver una, aprecia el movimiento de las alas, ya que ambas parecen cometas mecidas por el viento.
Se tiene documentado que esta bella mariposa se distribuye por la India y el sureste asiático. Es una especie pequeña, de entre 4 y 5.5 centímetros de largo. Esta especie pose un esquema básico de color blanco y negro. Posee una larguísima cola con punta blanca, casi tan grande como el resto de las alas de 25 a 40 milímetros. Las alas frontales son translúcidas, parecidas al vidrio destacando en ellas su venación como delgadas líneas negras con un borde negro.
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También tiene una banda blanca que atraviesa las cuatro alas, que la distingue de la Lamproptera curius, la otra especie del géner.
Una especie que debemos cuidar
Aunque la Lamproptera meges no se considera una especia amenazada, si es vulnerable y en algunas regiones hay necesidad de protección, como en Malasia peninsular.
Los huevos de la mariposa son de un color verde pálido, esféricos y translúcidos. De ellos emerge una oruga de color verde oscuro con puntos negros que se alimenta de la planta Illigera burmanica King (familia Hernandiaceae). En Filipinas, la mariposa también se ha registrado en especies de Zanthoxylum (Rutaceae).
Este lepidóptero tiene la costumbre de frecuentar espacios soleados y cruza regularmente ríos y arroyos. Aunque los escritores de ciencia ficción están desafiando nuestra imaginación con criaturas cada vez más asombrosas, parece que la naturaleza sigue siendo la gran ganadora de este juego.