En Japón, dos abuelitos quisieron consentir a su nieta y decidieron crear parada de autobús en forma de Totoro. ¡Y es hermosa!
No hay nada más bonito que pasar tiempo con los abuelitos y escucharlos hablar de sus largas aventuras mientras te preparan limonada o algún rico postre.
Pero ¿qué pasa cuando tienes abuelitos súper cool y con mejores habilidades que un joven veinteañero? Fácil, obtienes una parada de autobús en forma de Totoro. ¡¿Whaaaat?!
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En Takaharu, en la prefectura de Miyazaki, Japón, un par de adultos de la tercera edad, decidieron pasar sus tiempos libres en la carpintería y otras manualidades para recrear una de las escenas más emblemáticas de la película Mi vecino Totoro y consentir a su nieta.
¿De qué trata la peli de Mi vecino Totoro?
Pero antes de comenzar a explicar qué fue lo que hicieron este par de ancianitos, te explicaremos brevemente de qué trata la película de 1998 producida por Studio Ghibli, nos referimos a Mi vecino Totoro.
Esta película fue escrita y dirigida por el gran Hayao Miyazaki y tiene una minima duración de 86 minutos, tiempo más que suficiente para robarse nuestros corazones.
La historia nos cuenta la vida de la familia Kusakabe, en especial de las pequeñas Satsuki (la hermana mayor) y Mei (la hermana menor). Ambas hermanas disfrutan de sus aventuras por el bosque hasta que se encuentran con un mágico ser al que deciden llamar Totoro.
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Una de las escenas más emblemáticas es justamente cuando las hermanas están en la parada del autobús bajo la lluvia esperando a su papá, cuando de pronto aparece el tierno Totoro con una pequeña hoja de árbol (usándola a modo de paraguas) , y al igual que las hermanitas se pone a esperar con ellas.
Abuelitos construyen parada de autobús en forma de Totoro
Partiendo de esa escena tan emotiva, los abuelitos decidieron crear la parada de autobús con el pequeño Totoro.
Lo impactante es que todo fue hecho a mano, primero trabajaron en el cuerpo de la criatura mágica con madera y después lo rellenaron con cemento y ladrillos. ¡Ellos sí que saben pasar el tiempo!
Una vez que la figura estuvo lista, se pusieron a pintar todos los detalles, hasta le pusieron los bigotes y orejas.
Y obviamente la nieta no podía estar más que feliz con el resultado.
Lo bonito del asunto es que no solo la nieta está disfrutando de la parada de autobús con la figura de Totoro, ahora también hay cientos de viajeros que están aprovechando para tomarse una foto y compartirla en sus redes sociales. ¡Amamos los finales felices!