No hay nada que la música no pueda lograr. Los Flaming Lips cumplieron su promesa y si concierto con en burbujas anti-Covid fue un éxito
Hemos tenido miles de autoconciertos y presentaciones en streaming pero nada como esto. La música en vivo no tiene comparación, nada se iguala a ese sentimiento de ver directamente a tu artista o banda favorita en el escenario. En un hecho histórico, la banda estadounidense The Flaming Lips rompió la escena mundial con su exitoso concierto con burbujas anti-Covid.
La banda liderada por el cantante Wayne Coyne y sus compañeros, hicieron un show para televisión en el que se mantuvo el distanciamiento social con burbujas gigantes. Aunque esta idea se pensó antes de la pandemia, fue ahora que resultó más genial de lo que se había planeado.
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La banda estuvo como invitada en el último programa “The Late Show With Stephen Colbert”, donde sorprendieron con un show embutidos ellos dentro de unas burbujas hinchables pero también su público.
Esta concepto es algo que los Flaming lips llevan haciendo hace muchos años. Lo hacen para para tocar su emocionante canción “Race For The Price”. los que ya han estado en sus conciertos saben de la locura que se desata cuando aparecen las burbujas, el confeti y los globos.

Con este panorama, los Flaming Lips recuperaron el viejo performance que Coyne solía hacer al cantar sobre el público dentro de una enorme burbuja protectora.
“Digo, sé que se ve como algo absurdo, pero al principio lo estábamos haciendo no precisamente como una broma, pero como algo divertido, y ahora se está convirtiendo en algo totalmente serio y real”, comentó Coyne cuando se empezó a hablar del concepto.
“Estamos empezando a prepararnos para hacer un show real en donde, si, hay tres personas en cada uno de estos espacios, y nosotros tocando… pensamos tal vez tocar dos veces por noche y tener una audiencia grande por cada show”. declaró el líder.
Esto es un guiño a los nuevos conciertos post-pandemia a los que la industria musical ha tenido que recurrir para salir del profundo hoyo al que ha caído. Aunque el aaforo se ha reducido considerablemente y nunca será la misa experiencia, los fanos no se dan por vencidos y mantienen viva la música.