Algunas personas le temen a estos aparatos. La telefonofobia es el miedo de hablar por teléfono o hacer o recibir llamadas telefónicas
Actualmente vivimos en una era donde las redes sociales, los smartphones y el internet han derribados muchas barreras en todo el mundo. Ahora podemos comunicarnos al instante con otra persona al otro lado del mundo. Pero mientras la conectividad avanza, las personas parecen alejarse más. Algo tan simple como hablar por teléfono, mejor conocido como tefefonobia, se ha vuelto algo complicado para las nuevas generaciones.
Aunque los dispositivos electrónicos nos mantienen en permanente contacto y facilitan nuestra vida social y laboral, algunos encuentran esto es una pesadilla. La telefonofobia parece ir en aumento cada año. Quienes la padecen prefieren enviar un mensaje de texto, imágenes (memes), selfies y hasta notas de voz, pero nunca hablar por teléfono o pero aún, una videollamada.
No importa si las las llamadas son cortas o largas,hasta el simple hecho de pedir una pizza puede provocarles un ataque de pánico. Este temor, miedo u odio por hablar por teléfono se considera un tipo de fobia o ansiedad social. Puede compararse con la glosofobia (miedo a hablar en púbico).
Pero, ¿a qué se debe este temor?
En todo el mundo existen muchas personas que inventan excusas para negarse a usar este dispositivo. Pero, ¿a que se debe este temor y de dónde proviene?. La fobia social se caracteriza por un miedo excesivo e irracional a las situaciones donde las personas puedan ser evaluadas.
Te puede interesar: La inteligencia artificial se encarga de los divorcios en Australia
Con el paso del tiempo se han comprendido mejor las dificultades que afectan a quienes la padecen, para relacionarse con otros. No obstante, también presenta ciertas manifestaciones que no son tan evidentes.
El miedo a hablar por teléfono
Hay tres características por las que hablar por teléfono (telefonobfobia), provoca ansiedad en todas las personas que la padecen.
- Son intrusivas: Las llamadas llegan sin previo aviso. Requieren que el destinatario abandone lo que esté haciendo para responder al llamado. Esta obligación de estar siempre en el radar y disponibles puede generar ansiedad.
- Exigen respuestas rápidas: Contrario a los mensajes de texto, las llamadas no te dan tiempo para pensar y elaborar una respuesta. Requiere decisiones y acciones inmediatas.
- Hacer una evaluación: Así como ocurre en las conversaciones presenciales, las telefónicas propician la evaluación de los participantes. Tampoco se dispone de los elementos no verbales de la comunicación.
Sí hablar por teléfono es algo horrible para ti, tal vez sufres de telefonofobia y no lo sabías.