La selva chiapaneca es una sitio salvaje y fascinante que es es resguardada por los Lacandones, los guardianes de esta tierra llena de naturaleza y cultura
Los lacandones son un grupo indígena, considerados los protectores de la selva chiapaneca, que conservan de forma casi intacta sus tradiciones y religión.
Este grupo de origen maya habita como su nombre lo dice, la selva Lacandona, también conocida como Desierto de la Soledad. Esta maravilla natural esta ubicada en la frontera entre Chiapas, México, y Guatemala. Esta tribu indígena esta formada actualmente por casi 400 personas.
Este enigmático pueblo se denomina así mismo como hach winik, que significa “verdaderos hombres”. Al hablar de los lacandones debemos saber que existieron dos grupos que habitaron esta región de la selva chiapaneca en distintos momentos históricos. Los primeros “protectores” de Chiapas tenían como epicentro la laguna Lacam-Tun, actualmente Miramar. Estos pobladores hablaban el cholti, idioma declarado extinto.
Un rasgo muy característico de los segundos y actuales lacandones es que conservan el habla de su lengua originaria, el chorti, que es un idioma derivado del maya. Otra rasgo muy notable es su vestimenta, la que varía entre los habitantes del norte y los del sur. Son los segundos los que se distinguen por su túnica larga de color blanco.
La historia de los Lacandones
Con la llegada de los españoles a la península de Yucatán durante los siglos XVII y XVIII, muchos grupos de pueblos mayas decidieron refugiarse en las tierras bajas del sur de Chiapas. Se cree que los lacandones descienden de grupos mayas como los Kechack e Itzaj que hablan yucateco o Ch’olti.
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Los lacandones contemporáneos tienen patrones de asentamiento y estrategias de subsistencia similares a todas las poblaciones mayas de las tierras bajas. Esto es un indicio de que la cultura lacandona de nuestros días se haya desarrollado derivado de las interacciones entre los diversos grupos personas que se mudaron a las tierras bajas del estado durante estos dos siglos.
Los primeros lacandones resistieron la embestida española hasta el siglo XVI, cuando su ciudad fue destruida por los invasores. Tras esta caída se mudaron a una región cercana donde fundaron Sac-Bahián. Durante casi dos siglos lograron prosperar hasta que en el siglo XVIII fueron sometidos finalmente.
A pesar de la conquista de su pueblo, los intentos de evangelizar a este pueblo a finales de este siglo y gran parte del XIX, fracasaron totalmente.
¿Cómo viven los protectores de la selva chiapaneca?
La principal fuente de recursos para los lacandones es la agricultura y el aprovechamiento de los recursos hídricos de la selva, como el río Usumacinta y las lagunas que posee. Otra de las actividades económicas son la ganadería y el uso de la fauna silvestre de la zona, tanto acuática, como terrestre y aérea.
Como ya mencionamos, gracias a los fallidos intentos de evangelización, los lacandones preservan casi intacta su religión. Para ellos es necesario pedirle permiso a las dioses para usar un campo para el cultivo. De no hacerlo, pueden ser castigados con alguna enfermedad.
Los protectores de la selva llevan un orden jerárquico de sus divinidades, lo que mantiene el orden cósmico. Todo elemento donde habitan esta representado por dioses, de mayor a menor rango de acuerdo a su carácter lunar, solar o celeste.
Esta simbiosis con la naturaleza y los dioses, permite a los lacandones entender las causas de sus enfermedades o profetizar acontecimientos negativos.
Campamento Lacandones
Ya que conocemos a los lacandones, debes saber que existe un tesoro turístico dentro de la selva chiapaneca. El Campamento Lacandones esta ubicado a orillas del río Lacanja y es considerado un paraíso que ofrece grandes lugares por descubrir.
Un lugar donde podrás conocer a los guardianes de Chiapas. Aquí puedes practicar rafting, senderismo, con alojamiento cómodo y servicios de primera.
Con información de Mexico Desconocido
