La Visa de oro (Golden Visa) o también conocida como Residencia por Inversión es una autorización que permite a los extranjeros residir legalmente en muchos países
Conseguir la residencia o el pasaporte de un país no es algo al alcance de todos los que lo solicitan. Algunos países tienen activos programas de concesión de residencia o ciudadanía por la vía de la inversión económica en el país. La Visa de oro (Golden Visa en inglés) busca facilitar la atracción de talento al sector empresarial.
Esto se ha convertido en la opción perfecta para miles de migrantes en todo el mundo, que desean obtener la residencia, e incluso la nacionalidad en algunos casos. Tan sólo en la Unión Europea, trece países forman parte de este programa.
Según un informe de Transparencia Internacional, en la última década el viejo continente ha recibido a casi seis mil nuevos ciudadanos y cerca de 10 mil nuevos residentes con este procedimiento. De acuerdo al mismo organismo, los países europeos que más Golden Visa conceden son España, Hungría, Lituania, Portugal y Reino Unido, seguidos de Grecia, Chipre y Malta.
¿Cuando surgió y cómo funciona la Visa de oro?
Los primeros visados de oro se expidieron en 1984 en el Caribe, desde 1986 en Canadá y desde 1990 en Estados Unidos.
Te puede interesar: Destinos más populares para celebrar el Año Nuevo
Aunque existen varias definiciones de los Visados de oro, muchos de los esquemas tiene como requisito principal realizar una inversión considerable en una propiedad inmobiliaria de lujo, un fondo de desarrollo nacional, bonos del estado, acciones de una empresa y otras opciones más.
Hablemos del caso concreto de España, el país con más demanda y crecimiento de visados de oro. De acuerdo al sitio Invest Spain, entre los requisitos económicos se exige haber realizado una inversión significativa en España directamente.
También se puede hacer a través de una persona jurídica que no esté domiciliada en un paraíso fiscal y de la que el inversor posea, directa o indirectamente, la mayoría de los derechos de voto. Además debe tener la facultad de nombrar o destituir a la mayoría de su órgano de administración.