Perrito pierde la vista y su dueña decide adoptar a cachorro para que sea su amigo y guía. Esta es una hermosa historia de amor a los lomitos.
La amistad entre humanos y perros es de las más hermosas que pueden existir en este planeta. Los lomitos son animales sumamente fieles y amorosos que han sabido ganarse nuestros corazones a pulso. Y aunque existen muchos casos donde los humanos tontamente no corresponden a este amor, hay otros casos donde sí.
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Afortunadamente en esta historia hablaremos de uno de estos casos de verdadero amor entre lomito y su humana. Te presentamos a Tao, un hermoso perro de raza golden retriever que está por cumplir 11 años de edad. Tao pertenece a la familia de Melanie Jackson radicada en Somerset, Inglaterra.
En febrero de 2019 Tao y Melanie regresaban de un paseo cualquiera cuando el perro comenzó a llorar de forma inexplicable. Más tarde, el veterinario dio el diagnóstico de glaucoma originado por la acumulación de líquido en el ojo que no podía drenarse por sí solo.
Según el sitio SomersetLive, la familia Jackson no tomo la eutanasia como una de sus posibilidades. “La eutanasia nunca fue una opción. Es parte de nuestra familia y hemos hecho lo mejor que hemos podido por él”, comentó Melanie. La otra opción que les quedaba era la extirpación del ojo gravemente afectado y el tratamiento del otro glóbulo ocular.
“Decidimos que si podíamos eliminar el dolor y el podía tener calidad de vida, entonces haríamos la operación. Logramos mantener el glaucoma en el ojo restante con gotas durante 11 meses”.
Y así lo hicieron, la familia Jackson optó por esta última opción. Pero a pesar de sus esfuerzos y de mantener controlado el glaucoma de Tao por 11 meses con medicamentos, finalmente no pudieron salvar el segundo ojo y Tao quedó ciego.
Así comenzó un periodo de nuevo entrenamiento para que el lomito aprendiera nuevos comandos adaptados a su reciente ceguera. Pero Melanie tuvo una grandiosa idea, ante la pérdida de vista del perrito, tomó la decisión de adoptar a un cachorro de 2 meses a quien llamó Oko, para que fuera amigo y guía de Tao.
El par de lomitos se han adaptado bastante bien uno al otro y ya son grandes amigos. Oko orienta a Tao en sus paseos a campo abierto y hasta corren juntos uno al lado del otro. Incluso Melanie, decidió abrir una cuenta de Instagram donde se muestran las aventuras de Tao y Oko. ¡Más historias así! Todos los perros merecen vivir con amor y dignidad.
