Los mejores murales de José Clemente Orozco, reconocido muralista, litógrafo y caricaturista mexicano. Estas son sus obras más reconocidas.
José Clemente Ángel Orozco Flores nació un 23 de noviembre de 1883 en Jalisco, fue uno de los grandes muralistas mexicanos, además era caricaturista y litógrafo. A pesar de ser conocido por sus grandes obras de arte, Orozco primero se licenció en agricultura en la Escuela Nacional de Agricultura, además estudió matemáticas dibujo arquitectónico.
Te puede interesar: DIEGO RIVERA, EL MURALISTA QUE PUSO EL NOMBRE DE MÉXICO EN ALTO
Su inspiración e interés por el arte le llegó de otro grande, José Guadalupe Posada. Cerca de la casa de José Clemente había una imprenta donde se hacían grabados de Posada. Además, también pudo observar al maestro del grabado en acción cuando trabajaba en la tienda Venegas Arroyo, así que de aquí surgió su necesidad de realizar sus primeros trazados. Se inscribió en la Academia de Bellas Artes de San Carlos para tomar clases de dibujo en el horario nocturno.
Las primeras obras de Orozco consistieron en litografías que retrataban la vida indígena, aunque posteriormente se interesó en la técnica del mural y logró ser uno de los más grandes muralistas de México, junto con Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Te presentamos sus mejores murales.
Los mejores murales de José Clemente Orozco
Katharsis, 1934
Es quizá el mural más conocido de José Clemente Orozco, ya que se encuentra en el mero corazón de la Ciudad de México, en el Palacio de Bellas Artes. Representa la guerra e incluye elementos como la lucha, el caos, la prostitución y las máquinas que representan una sociedad basada en el mecanicismo que podrá ser redimida solo con el fuego de la catarsis.
Omnisciencia, 1925
Este mural se encuentra en la Casa de los Azulejos, en la Ciudad de México. Fue pintado por Orozco luego de ser refugiado de la Escuela Nacional Preparatoria, donde era severamente atacado. Llegó ahí gracias a Francisco Sergio Iturbe, dueño de la casa, en 1925.
La obra retrata a una mujer sacerdotisa, arrodillada mientras que las alegorías de la Voluntad y la Virtud aparecen a los costados de pie.
El hombre en llamas, 1938
Representa el mundo prehispánico, sus rituales primitivos. Este mural según muchos historiadores y críticos de arte representa la cumbre más alta del arte mexicano. Se encuentra en la cúpula del Hospicio Cabañas, en Jalisco. El mural se elaboró utilizando la técnica de pintura al fresco, mide 11 metros de largo y se encuentra a 27 metros de altura.