Gracias a la creciente conciencia ecológica a nivel mundial, el henequén puede convertirse en el sustituto natural perfecto del plástico. Modificar nuestros hábitos es una buena forma de comenzar a aportar nuestro granito de arena.
A pesar de que en varios países, incluido México, se ha prohibido el uso de plásticos, todavía nos queda un largo camino por recorrer para lograr un cambio en pro de nuestro planeta.
El henequén es una planta nativa de Yucatán de donde se extrae una fibra que puede procesarse para distintos usos. Al ser la fibra del agave, es la materia prima del tequila y el mezcal.
Esta planta, también llamada oro verde, constituye un recurso renovable y abundante en el país, por lo que es un perfecto sustituto del plástico. Este material cumple con las propiedades mecánicas de otros polímeros sintéticos, por eso se puede usar para fabricar muchos productos.
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Las fibras de henequén son fuertes, rígidas y dúctiles, y con potencial para usarse en múltiples aplicaciones.
Las ventajas del henequén como sustituto del plástico
Hace casi 200 años, la fibra del henequén o sisal (también llamado así por el nombre del puerto mexicano donde se embarca) se exportaba a medio mundo desde México.
Después de mucho tiempo de caer en desuso, las nuevas tecnologías han abierto una oportunidad para el resurgimiento e impulso de su producción.
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El henequén puede ser convertido en combustible y en material polímero (plástico), de acuerdo a los avances demostrados por investigadores brasileños.
Esta fibra ya es usada en toda América para la confección de cuerdas, tapetes y piezas artesanales. Tiene características mecánicas y físicas que la convierten en una materia prima ideal para ser un sustituto del plástico diferentes industrias.
En México, ya desde el 2013, científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados de Querétaro (Cinvestav) habían desarrollado un material que se obtuvo a partir de mezclas de henequén con fibra de vidrio.
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El sisal ya se usa ya en textiles, en construcción, y en automóviles, en vez de fibra de vidrio. También podría usarse como celulosa, inulina, forrajes o alcohol.
En el caso concreto de los autos, se espera que su uso se expanda a la carrocería, el revestimiento de los maleteros, los suelos y las cubiertas interiores de las puertas.
