Si no sabías que en la Ciudad de México hay un edificio Nazi, aquí te contamos la historia de este Casino Alemán.
En el Centro Histórico de la Ciudad de México encontramos de todo. Desde los lugares más lujosos, hasta los barrios más emblemáticos de nuestro país. También tenemos el barrio chino y la zona coreana, pero lo que quizá no te imaginabas es que también hay un edificio alemán.
La migración alemana hacia nuestro país se dio desde el siglo XIX, como consecuencia de las revoluciones de 1848 que iniciaron en Francia y se extendieron a la mayor parte de los países centrales de Europa. Así, bajo la premisa de la fraternidad y la unión, en junio de ese año los alemanes expatriados fundaron un Casino Alemán. Aquí los alemanes hacían a un lado sus ideologías políticas y sin importar sus lealtades, convivían entre sí.
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Inicialmente el Casino se ubicó en el número 7 de la calle Francisco I. Madero, aunque dos años después se cambiaría a una casa ubicada en el número 1 del tramo conocido como calle de la Profesa. En esta última sede, el casino funcionó por 25 años hasta que en 1875 se cambió al recién nacionalizado colegio de niñas.
A finales del siglo XX, México vivía bajo el régimen de Porfirio Díaz. Esta fue una época de consolidación exterior en la que el capital extranjero formaría un factor decisivo para el levantamento del país. Una de las principales políticas del Porfiriato era precisamente la inversión extranjera. Es aquí cuando la migración alemana se da con mayor frecuencia hacia el centro del país.
La inversión alemana se concentró principalmente en la industria farmacéutica y en la generación de electricidad. Una de las concesiones más importantes fue la otorgada a la firma Siemens y Halske, la cual en 1897 propuso al Ayuntamiento la electrificación de todo el centro de la ciudad. Asimismo, llegaron al país mineros, comerciantes y científicos alemanes y para 1891 vivían alrededor de 500 alemanes en la Ciudad de México.
Esto ocasionó que el Casino Alemán se volviera a mudar de lugar, ya que las instalaciones eran insuficientes para la cantidad de personas. Esta vez el casino se mudó a un edificio en la calle de López número 23, el cual había funcionado como sede de la 6ta estación de policía. La inauguración se llevó a cabo el 31 de diciembre de 1907. Para que te des una idea de lo grande que era esta lugar, la sede contaba con cantina, salón de billares, una biblioteca con 6000 libros, boliche, salón de teatro y baile, salón de juntas y de recepción.
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Pero como todos sabemos, la Segunda Guerra Mundial estalló y para el 13 de mayo de 1942, un submarino nazi hundió un buque petrolero mexicano, el Potrero del Llano. La noticia causó gran indignación entre la población, así que los negocios y empresas de alemanes fueron atacados. El 16 de mayo de ese mismo año, un grupo de personas atacó el Casino Alemán rompiendo los ventanales y causando daños al exterior del edificio, requiriendo la intervención de la policía.
Y como era de esperarse, México se declaró en estado de guerra contra las potencias del eje el 28 de mayo de 1942. El 1 de junio de ese mismo año se creó la ley relativa a propiedades y negocios del enemigo que faculta al presidente de la república a confiscar los bienes que pertenezcan a un país enemigo o a sus ciudadanos. Finalmente el casino fue confiscado por el gobierno en 1943 y entregado a la Confederación Nacional Campesina quienes lo otorgaron a la Coordinadora nacional de los pueblos indígenas.
